En mi segundo viaje a Kiev (Ucrania), en enero de 2014, me encontré de lleno con el alzamiento que protagonizaron los pro-europeos contra el
gobierno pro-soviético que gobernaba en ese momento el país. Fue un momento histórico que cambió el destino de Ucrania.
El panorama que encontramos fue una mezcla entre una fiesta por la libertad y duros enfrentamientos con la policía. El centro de la ciudad, la
plaza Maidán y sus alrededores, estaban tomados por miles de manifestantes acampados y muy bien organizados.
Después del primer tímido intento de tomar fotografías, nos dimos cuenta de que éramos bien recibidos, necesitaban publicidad fuera de sus
fronteras, y la adrenalina fluyo acompañando manifestaciones y proclamas.